CUENTA EL ITG CON UN ESTADIO DE SÓFTBOL DE ALTURA
Y A DISPOSICIÓN DE LA COMUNIDAD DEPORTIVA DE LA REGIÓN
GUAYMAS, SONORA. .- El Instituto Tecnológico de Guaymas cuenta con un estadio de softbol de alto nivel y a disposición tanto de su comunidad estudiantil, como de la población deportiva de la región.
El Biólogo Ernesto Javier Bermúdez Campoy, Presidente del Comité de Vigilancia del inmueble deportivo en la institución, y exjugador de beisbol profesional, expresó lo anterior, al afirmar que: como casa de estudios de la región, el ITG tiene el compromiso de apoyar el deporte, el cual forma parte de la formación integral del individuo, tal como lo establecen tanto el artículo cuarto de la Constitución Mexicana, como los reglamentos internos del Tecnológico Nacional de México, que encabeza el Maestro Manuel Quintero Quintero.
Bermúdez Campoy señaló que es precisamente gracias al apoyo brindado por el Director General del TecNM, que actualmente el ITG pueda contar en su infraestructura, con este estadio en la región, que es el quinto estadio de importancia, que cuenta con alumbrado.
El referido estadio fue nombrado recientemente Vicente “Huevo” Romo, en honor de uno de los más destacados lanzadores mexicanos y autor de un juego perfecto, además de ser miembro del Salón de la Fama Mexicano y del Caribe.
En una charla, el también catedrático del Instituto Tecnológico de Guaymas, sostuvo que es una gran responsabilidad el haber dado este nombre al estadio, por la gran trayectoria, disciplina y dedicación del personaje, la cual deberá ser un ejemplo a seguir, dentro del campo y fuera del mismo.
“Aunque Vicente Huevo Romo fue un excelente beisbolista y el nuestro es un estadio de Softbol, nos queda seguir la disciplina, el orden, el compañerismo y lealtad con la que un deportista se debe comportar en cualquier deporte”, expresó.
Agregó que gracias a las gestiones del actual Director del ITG y a los apoyos otorgados por el Director General del TecNM, Manuel Quintero Quintero, así como de la gobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich Arellano, podemos sentirnos orgullosos de contar con un campo digno para el desarrollo integral de los estudiantes, así como de la población de la región, amante de este deporte que no cuenta con un espacio a la altura.
Bermúdez Campoy, egresado de la UNAM, donde fungió como jugador y manager de la selección de beisbol de los Pumas, cuenta en su larga trayectoria como deportista, el haber forma parte también de otros equipos en la república mexicana, entre los cuales están: la Liga Tabasqueña de Beisbol, en Macuspana; la Liga invernal Veracruzana, en Jalapa; la Liga del Noroeste, en Tepic; y la Liga Norte de Sonora, en Nogales.
“Seguiremos trabajando en la organización de los jóvenes para formar equipos competitivos que eleven la calidad de los juegos deportivos del Tecnológico Nacional de México, así como la calidad académica de sus estudiantes”, dijo.
Asimismo, hizo especial hincapié que este propósito está enfocado a alejar a los jóvenes de las drogas y crear la convivencia, mediante la práctica de una disciplina sana.
Cabe mencionar que el biólogo Bermúdez, quien entre sus múltiples actividades desarrolladas en su profesión, ha navegado como científico en el buque oceanográfico El Puma, ha realizando estudios sobre calamar gigante en el Golfo de California.
En su haber también narró anécdotas acerca de sus viajes realizados tanto en México, como en el extranjero, apoyando equipos deportivos de la localidad, logrando con ello importantes satisfacciones.
El campo de softbol del ITG actualmente atiende a una población aproximada de mil personas, entre estudiantes y trabajadores. Y en la comunidad de la región, a alrededor de 2,000 potencialmente.
Finalmente, Bermúdez Campoy reconoció la labor del actual director del ITG, Bulmaro Pacheco, como gestor de esta obra que pudo convertirse en realidad después de más de 30 años de ser fundada la institución, a pesar de que Guaymas es productor de grandes deportistas en las disciplinas de Soft y beisbol y además está considerado como la “Cuna del beisbol de México”, a finales del Siglo XIX.
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