

El monchi ni suda ni se acongoja, desempeña su trabajo diestramente buscando la unidad a través del cabildeo del cuerpo colegiado a fin de echar para adelante las iniciativas al progreso comunitario.
Leyva Montoya le cumple al alcalde y le cumple a los compromisos con los guaymenses.

Pero también la Síndico Municipal se pone un tanto nerviosa cuando le timbra en el oído el nombre de la presidenta del partido tricolor, Susana Corella Platt, con peso y
figura para alcanzar tal posición rumbo al curul estatal.
Muchos dicen y aseguran que Claussen Iberri inclina sus preferencias a favor del operador político de su gobierno.

Leyva Montoya es la mejor carta en la baraja, si de verdad el PRI quiere continuar gobernando desde la casa consistorial.
Seguridad de Guaymas, cuestión de enfoques
Como decía en campaña Carlos Ernesto Zataráin González, cuando buscaba la alcaldía; “todo depende del cristal con que se mire; vaso medio lleno, o medio vacía. Para el caso, es lo mismo.
Viene a colación lo anterior, por el desmedido afán de Comunicación Social del Ayuntamiento de Guaymas, al recalcar la seguridad de la ciudad y definirlo como un logro de la actual administración, esquina con Otto Claussen Iberri.
Tipo pueblo del viejo oeste, con una entrada y una salida; cuestión de poner un retén a cada margen de la ciudad y listo. Sierra por un lado, el Golfo de California por el otro.
Guaymas es seguro por esa misma conformación, no por el esfuerzo de los cuerpos de seguridad, al margen que la designación también puede ser como el menos violento de Sonora y entonces sí estaríamos de acuerdo.
Desde la administración municipal que encabezó Carlos Ernesto Zataráin González, cada alcalde se ha encargado de difundir como su mejor logro y en la actual, se ha magnificado.
Puede ser Guaymas el menos violento entre los municipios de cien mil o más habitantes, pero ese afán de etiquetarlo como el más seguro de Sonora, lleva un segundo propósito. Y es entendible.
Que me disculpen, pero ese monstruo llamado Hermosillo, con su casi millón de habitantes, es por mucho muy seguro, siendo al menos seis veces más grande que Guaymas.
Si a la ausencia de delincuencia organizada es llamarle el más seguro, entonces si puede ser. Pero delitos del fuero común, es lo que sobra en Guaymas, sólo entre el 35 o 40 por ciento de ilícitos que son denunciados, pues en el gran promedio, la gente prefiere callar, ante la seguridad de que su asunto dormirá el sueño de los justos.
Tiene Guaymas el índice más elevado en suicidios en el Estado de Sonora; la ausencia de una institución donde se traten a fondo los problemas que derivan en la toma de decisiones fatales, es parte de la inseguridad, aunque no se incluyen en la estadística.
Y hay otras cuestiones gravísimas que se relacionan con la delincuencia, como un ataque verdadero y efectivo orientado a la prevención del delito del fueron común.
No somos pues, lo que se dice; cuestión de enfoques.
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