Guaymas,
Sonora, abril de 2014.- Los fantasmas se alborotan por dejar los closet y
sacudirles la cabeza a los aspirantes acelerados a los diversos cargos de
elección popular que ya olvidaron su negro pasado.
A muchos les van a sacar a relucir sus
trapitos al sol, y pondrán a cada uno en su lugar. Para los sonantes será
desagradable leerse en las redes sociales sus graves pecados que esconden
celosamente en la oscuridad del closet.
Los fantasmas les sacudirán las
conciencias y el electorado formará su criterio para evitar que los engañen a
la hora de sufragar en la próxima elección.
Allá en el PAN los aspirantes se ven
unos a otros y la juegan al sabelotodo. Lencho De Cima, está muy quietecito,
probablemente el agente fiscal aún no quiere enseñar su (As), y desea esperar
el revire.
Manuel villeguitas Rodríguez, sigue en
su juego y trae buenas cartas que lo pueden llevar a la final.
Alonso Arriola Escutia, juega a las
escondidas con el cani-cani. Los de enfrente ya lo vieron pero lo dejan ser a
ver que tanto crece su anunciada “bola” del 2012.
Eduardo Pin González, dejó de hacer
ruido. Entendió que llevaría al PAN al fracaso y optó por hacerse a un lado.
Lo que si ningún aspirante de los que
vienen sonando mucho esperaban, es la encendida de focos que un fuerte grupo le
empieza a dar a la figura del ex –diputado, Alfredo Ortega López, quien de ser
el elegido, arrasaría en la elección por venir a la alcaldía.
Eso, dicen, puso muy nerviosos a más de
cuatro en el PAN, quienes ven como sus precandidatos se desplomarían de la
noche a la mañana.
Allá en el Revolucionario Institucional
dicen que la balanza se viene inclinando con bastada precisión a favor de la
presidente del partido, Susana Corella Platt, a la jefatura de gobierno.
La ex –alcaldesa tiene buen cartel en
los grupos de poder que manejan los vericuetos de la política.
Más no por eso dejaremos de pasar por
alto a los otros pretendientes a la mano de doña Leonor, como el diputado
local, Marco Luis León Perea, Luis Alejandro “gato” Barcenas, ambos con muy
buenas cartas sobre la mesa.
· Alfredo Ortega, puede lograrlo
· Pedro Romano; ahora, o nunca
Alguien me lo comentó por ahí; está muy flaca la caballada en el PAN, rumbo al próximo proceso electoral, en torno a quienes se manejan por la presidencia municipal y no prenden; definitivamente, no prenden.
En análisis frío, aunque somero, el Agente Fiscal Lorenzo De Cima Dworak piensa que se la van a venir a ofrecer y que con ello ya la tiene ganada. Nada más falso. Si bien es cierto no tiene carga negativa o como dicen en el argot político, “cola que le pisen”, su trabajo hasta hoy, si es que lo ha realizado, ha sido tibio, lento y pasado entre lo azul y buenas noches.
A un año de saber quienes serán los candidatos, Lorenzo De Cima aparece muy bajo entre las encuestas de su propio partido, por ello tendrá que redoblar su esfuerzo, si la quiere.
De Manuel Villegas Rodríguez se dicen tantas cosas y como la harina La Rosa, son puras verdades.
El funcionario del gobierno del Estado no ha podido quitarse la etiqueta de priísta, por mas que se esfuerce en sonreír y bailar con las doñas. Le temen, eso sí, por su vagancia y oficio político. Tendrá que trabajar mucho para convencer al “consejo de ancianos” del PAN y luego convencer de que ya no es priísta, ante todo.
Más atrás aparece Alonso Arriola Escutia, funcionario del gobierno del Estado y exsecretario del Ayuntamiento de Guaymas en el tormentoso gobierno municipal panista reciente, quien hace lo suyo, muy por debajo del agua. Tampoco levanta, en la encuesta panista.
De pronto, salta a la palestra en el comentario, no en afán personal de figurar, el abogado y Notario Público Alfredo Ortega López, quien perdiera en forma ajustada la diputación local con el hoy alcalde Otto Claussen.
Con una trayectoria sana, limpia, podría ser la alternativa para el PAN por la presidencia municipal. Sabe y conoce el oficio, cuestión de padrinaje, pues activos, los tiene.
No den tanto brinco, pues, estando el suelo tan parejo.
Podríamos decir lo mismo, por el lado del PRI, con el aún joven ingeniero Pedro Romano Terrazas, quien ya es hora de que se suelte el pelo diciendo al menos “aquí estoy”.
De una familia de trabajo y esfuerzo, Pedro ha caminado bastante dentro del PRI, pero el hecho de disentir y decir lo que siente, sin seguir la corriente a la gente que nos mandan de Hermosillo, lo ha mantenido marginado.
Nunca como hoy para definirse y buscar una candidatura, ya sea por la alcaldía o diputación local. Su capacidad y talento lo puede ubicar, sin pierde, en alguna de las dos posiciones.
El PRI tiene buenos activos en su propio entorno, pero el exinvencible sigue con el síndrome de La Malinche; traer candidatos, hacerlos gobernantes, se hartan los bolsillos y regresan a donde han vivido todo el tiempo.
Digo.