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Lic Erick Moreno

VISITAS

lunes, 17 de febrero de 2014

Guaymas, Sonora, febrero de 2014.- Manuel Villeguitas Rodríguez, no tuvo el poder que soñó. En 2007 la fracción del Revolucionario Institucional y funcionarios incondicionales le hicieron creer que sería el sucesor de Antonio Astiazarán Gutiérrez; “y se lo creyó”.
        Se fue con la finta, y se perdió en “el mando”.
        Eso le sigue rabiando.
        Acusó de su tropiezo al entonces secretario particular del toño Astiazarán, Eduardo Gaxiola Márquez.

        A quien siempre, por cierto, le dedicó la zancadilla de la secretaría del Ayuntamiento.
        Eso le duele, y no lo digiere a pesar de siete años del chingazo político.
        Gaxiola disfrutó del poder con Astiazarán, y posteriormente en 2012-2013, con Claussen.
        Disfrutó un año el lecho de rosas.
        Tanto Gaxiola como villeguitas, saben que están en el pabellón de la muerte.
        La muerte política.
      
  En 2007 se derrumbó del poder el prianista, y en 2013 le tocó correr la misma suerte,  a Gaxiola.
        Ambos, con el poder en sus sillas, soñaron con ir más allá de sus cargos.
        Villeguitas quiso ser jefe de gobierno.
        Gaxiola, de nuevo secretario del Ayuntamiento.
        No lo lograron.
        Pifiaran y resbalaron.
        A villeguitas le soplaron al oído que sería el candidato presidencial en el 2009.
        Se la creyó, y muy probablemente hasta el toño Astiazarán lo aceleró haciéndole creer que sería su sucesor.

        Se marió, y se perdió. Dejó de hacerle caso al mismísimo toño, y entró en serios y graves conflictos con el enano Gaxiola.
        Se peleó con los medios de comunicación, y engañó a los ediles con los que entró en siniestras confabulaciones que a la postre lo llevaron a la renuncia.
        Su acérrimo rival, Gaxiola Márquez, quien resultó ser más cabrón le movió la silla, y la ocupó.
        Villeguitas no le perdonó su caída. Seis años después en horas de la noche se encontró a Gaxiola en Walmart, y le dijo “los resbalones son mortales”.
        Y, Gaxiola. Resbaló.
       
Villeguitas, cobijado en el logo del PAN,  sueña con ser alcalde.
        Gaxiola, sueña con regresar a casa.

        Más sin embargo, Gaxiola y Villegas, siguen protagonizando sus vidas caminando incómodos en un expediente judicial en el que se les involucró como autores del secuestro del ex –presidente de Acción Nacional, Omar Nuñez Caravantes.

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