Guaymas
Son. Carta Millán. Dic de 2018 (¿critico o satírico?).- Lizárraga, muy a pesar
de sus rimbombantes anuncios, no está haciendo bien las cosas. Con los de
morena se está peleando, y a muerte, y esa, será su tumba.
Bien: su desbordado y demencial
protagonismo lo está llevando a tomar con prisas las pantallas televisivas para
publicitar su enfermiza ambición por tener en sus manos el báculo presidencial
en 2021.
El poder lo trae mareado y perdido en
sus pleitos…
Poco o nada le ha interesado responder a
las angustiosas y constantes demandas de quienes confiaron en sus promesas de
campaña y le dieron el voto, que, agarrado de la mano de morena, ganó en las
urnas la diputación local.
Sólo y de la mano del PT, Rodolfo no
hubiera ganado. Sus pasadas derrotas bajo el cobijo del partido rojo, están
sustentadas en las urnas.
El legislador guaymense camina enfermo
de poder y no ha alcanzado a comprender que eso ha provocado el descontento y
coraje del electorado que poco a poco le ha estado volteando la cara y la
espalda a sus múltiples fanfarronerías.
Sin embargo, el diputado, en su
terquedad, a cada momento anuncia con bombo y platillo su interés por las
“joyas de la corona”, su protagonismo desbocado causa molestia a la gran
mayoría de los guaymenses, que en mala hora le dieron el sufragio que lo llevó
al Congreso estatal.
Por
lo tanto, morena, téngalo por seguro, no lo apoyará en la próxima elección,
pues, amparado en su coordinación petista los ha estado golpeando continuamente
en un claro intento de entrar en lo oscurito en alianzas con los priístas,
principalmente.
Lizárraga Arellano, podría ser candidato
del PT a la alcaldía, sin embargo, que se olvide de ser cobijado por la gente
de morena, y esto, no hay que olvidar, lo arrastra a un enfrentamiento al
interior del Congreso con la fracción de Andrés Manuel López Obrador.
Rodolfo ganó la elección ante el empujón
de morena, más en dos elecciones rumbo a la jefatura de gobierno, fue sólo con
el PT y fueron pocos los votos que logró en las urnas. Perdió, y en cabildo,
fue un regidor anodino y nada competitivo.
Ahora, espera ansioso el 2021, quiere
contender y ser sucesor de Sara Valle; pues, el diputado en su doble moral y al
amparo del poder legislativo y con recursos públicos promueve ante los ojos de
los porteños su aspiración presidencial a través de costosas sumas en las
pantallas chicas y medios impresos, así como también la utilización de las
redes sociales donde no escatima tiempos ni espacios para inducir simpatías y
apoyos a su obsesionada y enfermiza ambición camino a la jefatura de gobierno.
Sus constantes declaraciones de querer
ser alcalde, son tomadas como una mentada sentida de madre.
¡Ni modo!, pues, dados y cubilete sobre
la mesa de juego. Corren apuestas. Se vale…..
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