
El voto, según la mayoría del panismo está comprometido al “grillo” Luis Felipe Valenzuela Vielledent, de quien también se dice que los tiempos lo dejarán fuera de la jugada legislativa, pues su licencia para separarse del cargo edilicio causa efectos el próximo 16 de los corrientes.
Por el lado del PRD, ayer registró su candidatura
a la alcaldía, Víctor Marín Martínez.
Carga como adversario de partido al también profesor José Guzmán López, quien decidió de último
momento cambiar la diputación local por la candidatura a las “joyas de la corona”.
En la contienda perredista “tan bueno el pinto como el colorado”.
El que se nos perdió de vista es el precandidato albiceleste, Lorenzo De Cima Dworak, quien dejó de contestarnos los wat-sap. ¡ Ni modo!, así es esto.
De última momento: me encontré al chencho sin buscarlo, en un lugar del puerto.
Acordamos después entrar en asuntos de precampaña.
Corre por el lado del priísmo que viene ganando bastantes puntos en su mirada a la alcaldía, Walter Decima.
Se asegura entre los colorados que la popularidad del Oficial Mayor está creciendo a pasos agigantados, y esto, ponen en riesgo de desbancar en su carrera presidencial al diputado local, José Luis Marcos León Perea.
Y a la verdad de algunos, el güero es el “caballo negro” del alcalde Claussen, goza además de las simpatías de la precandidata al gobierno de Sonora, Claudia Pavlovich, de quien también se comenta viene de bajada al perder 8 puntos en su aspiración gubernamental.
De regreso con Víctor Marín, de ganar la contienda interna en el PRD, será un buen candidato difícil de vencer en la constitucional.
El ingeniero goza de bastante popularidad entre los veteranos y los jóvenes deportistas del balompié, que aquí entre nos, son miles de votos.
Allá en el departamento de tránsito y jueces calificadores es un verdadero desmadre, la corrupción está a todo lo que da.
Se dice que a un costado del C-4 (atrás) se monta viernes y sábados, a las 02:00 am un retén en competencia al retén oficial para bajar con 2 mil pesos, a los borrachos y evitar que caigan en manos de Contraloría.
Los cuicos traen permiso de los jefes policiacos y los jueces calificadores con la venia del coordinador.
La repartición de las “mochadas” viene despuesito del término de la jornada.
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