Festival
“Mar Bermejo”: cochinero
Guaymas, Son, julio de 2014.- Las pasadas festividades del “Mar
Bermejo”, fue un cochinero.
Pero también
falta comprobar en que se empleó tantísimo dinero que corrió por las manos del
artífice de IMCA.
En el renglón
artístico hay que esculcar si de verdad se cubrieron el más de un millón de
pesos, pues hasta donde se sabe, no ha habido justificación ni orden
administrativo.
Por ello, el
cuerpo colegiado debe solicitar una exhaustiva auditoría a fin de ubicar el
paradero de los dineros, o en su defecto fincar responsabilidades.
Hay sospechas de
que los fondos destinados no se aplicaron correctamente para el destino
programado de las festividades del “Mar Bermejo”.
El “genio” de IMCA, Mauro Barrón, en
picada con sus mugreros festivalitos que sólo sirvieron para derrochar cientos
de miles de pesos, que se utilizaron en un programa de lo más chafa para
“deleitar” a la escaza concurrencia.
En la pasada administración panista,
Javier Ballesteros y Yadira Cota Lugo, con menos de un millón de pesos,
sirvieron la mesa con suculentos bocadillos artísticos que supo digerir el
guaymense con agrado; fue un espectáculo de calidad con la presentación de
verdaderos talentos artísticos, como Tania Libertad, la mundialmente afamada
Orquesta Sinfónica de la Marina de México, y una gran variedad de idoneidades
artísticas que le dieron brillo y colorida a las festividades del Mar Bermejo.
Ahora, con el panista Mauro Barrón al
frente de IMCA, las fiestas del Mar Bermejo, desde el 2013 han sido, un
cochinero.
Un desastre por su pésima organización
que dio al traste con lo que tanto “presumió” IMCA, de ser “un evento único en
la historia de Guaymas”.
Se podría decir que se trató de un
festivalito de barriada, donde la inversión de un millón 710 mil pesos,
representó un insulto para los guaimenses,
al exhibirse un festejo sin calidad.
Conaculta aportó 690 mil pesos, 500 mil
pesos, el Estado, 310 mil el Municipio, y 200 mil pesos, la iniciativa privada.
Muchísimo dinero para ofrecerse una
cochinada de espectáculo.
Mar Bermejo fue en esta ocasión como en
2013, una vergüenza y una porquería.
La comunidad cultural está enojada, nada
quiere saber de IMCA y su “ingenioso” titular, Mauro Barrón.
Un millón 710 mil pesos, se fueron al
hoyo.
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