Apatzingán,
Michoacán.- Aquí en el carrizo, colindante a Apatzingán, los Caballeros Templarios
y los autodefensas siguen dándose de tiros de cuerno de chivo, nada está bajo
control y el desorden social está fuera de serie.
La guerra entre sicarios y autodefensas
civiles está más que abierta y a la orden del día, mientras que gobernación trata
de minimizar la violencia, la gente huye en sus camionetas.
Mientras los sicarios templarios y los
autodefensas se
enfrenten en su guerra, allá en Guaymas, Sonora, los
alborotados por cargos públicos violentan la ley electoral, y nadie ve, oye, o
escucha.
Priístas y panistas que con binoculares ven
desde sus trincheras los marrazos que se vienen dando los grupos villeguitas y
lenchistas, están diseñando estrategias para desbancar de la carrera
presidencial, con la exhibición de sus actos de corrupción, al Jefe de la
Oficina de la Secretaría de Gobierno.
Villeguitas tuvo su primer cargo público
en 2006, se le señalaron actos de corrupción y alianzas con traiciones que
generaron dividendos escandalosos en sus cuentas bancarias.
En 2012, el gobierno de Guillermo Padrés
Elías, le pagó la factura con el cargo público en la Oficina de Gobierno, muy
al lado del Secretario, Roberto Romero López.
Amparado en el poder que le confiere el
Secretario de Gobierno, inició su carrera con miras a la alcaldía de Guaymas
bajo el amparo de Acción Nacional, más sin embargo, provee su candidatura con
los recursos estatales.
En su alocada ambición por ser jefe de
gobierno, Villeguitas embarra a priístas y panistas; y su impunidad crece y
corrompe.
Lorenzo De Cima Dworak, no se apresura,
ni mucho menos se acelera, el jefe fiscal espera los momentos del banderazo de
salida para ir tras la candidatura que le permita en 2015 ganar la elección y
sentarse en el sillón presidencial.
Pero también, se cuida de los embates
del priísta que desde la oscuridad lo vigila y lo agrede.
Mientras Villeguitas y De Cima se
vigilan, el presidente estatal de Movimiento Ciudadano, Marcos Ulloa Cadena, se
soba las manos y espera sin muchos conflictos que toquen la campana para
pavimentar su camino con miras a la jefatura de gobierno municipal.
Lo mismo viene haciendo el regidor de
las izquierdas, Librado Navarro Jiménez, quien desde su trinchera ve con sus
binoculares los agarres que se traen los de la competencia.
Susana Corella Platt, jerarca del
Revolucionario Institucional, como buena amazona en su caballo de hacienda
rumbo a la cámara baja.
Allá en el tejado tricolor un gato hace
ruido. Miauuuuuuuuuuuu.
León Perea, le pone ratones en su
camino……
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